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4 de junio de 2010

Confesión sin confesar

   Me atormentan los pensamientos, mis ideas no se aclaran, estoy en un mar de dudas que no tienen solución alguna, no sé por dónde empezar y son tantas cosas las que tengo que analizar, mi pasado me persigue y mi futuro me espera, pero eso no es lo que me preocupa, mi presente es lo que me da preocupación, no se a quien contarle todo lo que siento, porque no tengo a nadie en quien confiar, la confianza es algo que no se gana en un día pero y si quiero confiar en alguien ¿por qué no le doy la oportunidad? no he dejado que nadie se me acerque, ¿quién me conoce?... creo que eso ni yo lo sé, porque ni siquiera me conozco, no sé cómo actuar en situaciones que no conozco y a eso le temo: a lo desconocido, solo espero que no se pierda mi fe en que esto algún día se va arreglar y que todo estará bien, y creo que eso mismo me atormenta, porque lo que deseo es que alguien me lo diga, no solo mi conciencia, porque parece que no dejo que ella descanse, todo el tiempo esta hablándome, siempre me dice que hacer y que no, desearía poder actuar por instinto, ser ignorante, seguir la corriente, porque luchar con ella es algo que requiere de mucha fuerza y al parecer si no tienes valentía, la fuerza nunca va a aparecer, cosa que yo no tengo: valentía, solo necesito que alguien que no sepa por lo que estoy viviendo, pero que lo sienta, que tenga el Don de sentir, de saber lo que piensas solo con ver tu mirada, que me abrase y me diga que todo estará bien sin que tenga que contarle mis cosas, porque al parecer soy demasiado cobarde como para dejar que mis labios mencionen los sentimientos que hay en mí, solo dejo que mis manos me ayuden, solo ellas me acarician cuando estoy solo, solo ellas me saben comprender, solo ellas aguantan la rabia, es como si se movieran por su propia voluntad, y eso es bueno es parte porque puedo confiar en ellas y no como en las personas, porque todas, incluyéndome somos egoístas y hacemos las cosas solo porque nos convienen, siempre hacemos lo que nos conviene incluso haciendo cosas buenas, solo por el hecho de "ir para el cielo", ¿vez? todos somos egoístas y buscamos beneficios para nuestro negro y diminuto corazón desgraciado y pecador.